Epopeya de Edipo de Tebas
(Vídeo "Viejos fracasos")


Ficha de la versión 
Obra Epopeya de Edipo de Tebas
Versión

Vídeo "Viejos fracasos"
Espectáculo

Viejos fracasos
Fecha Viernes, 29 de abril de 1977
Duración 00:02:50 (Introducción)
00:04:10 (Obra)

Marcos Mundstock: Durante su estadía en Viena, Mastropiero se enamoró de la archiduquesa Úrsula von Zaubergeige. La noche en que Mastropiero conoció a la archiduquesa la invitó a dar un paseo por los bosques de Viena, pero Úrsula rehusó por considerarlo prematuro y un tanto atrevido; sin embargo, ante la insistencia de Mastropiero, ella accedió, y ambos se vistieron y salieron. Ya en ese primer paseo, Johann Sebastian descubrió que la erguida y exhuberante archiduquesa le recordaba a la condesa Shortshot, por una parte, y a su propia madre, también por esa parte. Preocupado, Mastropiero sintió una irrefrenable necesidad de hurgar en el tema. Leyendo libros de psicología, adquirió Johann Sebastian los primeros confusos conocimientos. Supo entonces que el complejo de Edipo se origina en la atracción del hijo varón hacia su madre mujer, o a la inversa, de la hija mujer hacia su madre varón, o, más a la inversa todavía, del hijo varón hacia un primo lejano. También averiguó que la inclinación de una hija por su padre se denominaba "complejo de Electra"; curiosamente Electra es un nombre de pila, y no muy corriente. Entre los libros que leyó Mastropiero durante esta época, lo impresionó especialmente el de Wilhelm Kreutzer llamado "El complejo de Edipo en los ovinos, o la madre del borrego", y también el volumen del psicoanalista cubano Arnulfo Pérez Campos, titulado "Sin complejos, mamacita". Resultado de estas experiencias de Mastropiero fue la composición de su "Epopeya de Edipo de Tebas", opus 47, que interpretan a continuación Les Luthiers.

(El asistente de escena coloca el micrófono de Marcos para que cante y le pide la carpeta que ha usado en la introducción de la obra. Marcos se niega a dársela y el asistente se la quita de mala manera... Carlos Núñez pide al asistente una mesa alta para colocar los crótalos que va a usar en la obra... Daniel, envidioso, pide también una mesa para su flauta, pero Carlos Núñez le dice que no le hace falta)

Marcos Mundstock:
De Edipo de Tebas,
haciendo memoria,
os cuento la historia
con penas y glorias,
de Edipo de Tebas.

Le dijo el oráculo:
Edipo, tu vida
se pone movida,
serás parricida,
le dijo el oráculo.

Coro:
Seguía diciendo,
si bien yo detesto
hablarte de esto,
se viene, se viene un incesto,
Marcos Mundstock: seguía diciendo.

Coro:
Sabiendo tal cosa,
su padre, el rey Layo,
veloz como un rayo
Daniel Rabinovich: le dijo a un lacayo.

Marcos Mundstock:
Te irás con mi hijo,
no quiero que crezca,
haz tú que perezca
como te parezca,
te irás con mi hijo.

Coro:
Cumplida la orden,
el muy desdichado
con los pies atados
quedose, quedose colgado,
Marcos Mundstock: cumplida la orden.

Coro:
Edipo salvose
y a Layo matolo,
peleándolo el solo
Daniel Rabinovich: al cielo enviolo.

Marcos Mundstock:
Semanas mÁs tarde
a Tebas avanza,
resolver alcanza
cierta adivinanza,
semanas mas tarde.

Coro:
La Esfinge de Tebas
al ser derrotada,
se ofusca, se enfada
y se hace, y se hace pomada,
Marcos Mundstock: la Esfinge de Tebas.

Coro:
Y sin darse cuenta
casado él está
con quien saben ya,
Daniel Rabinovich: su propia mamá!

Marcos Mundstock:
De sus propios hijos
hay larga secuela,
y aunque esto le duela
su madre es abuela
de sus propios hijos.

Coro:
Edipo al saberlo,
en una entrevista
con su analista,
se quita, se quita la vista,
Marcos Mundstock: Edipo al saberlo.

Coro: Mo mo mo mo mo mo mo ...
Daniel Rabinovich: Mi
Coro: Momomo
Daniel Rabinovich: Mi
Coro: Momomo
Daniel Rabinovich: Mi
Coro: Mo
Daniel Rabinovich: Mi
Coro: ¡MO!
Daniel Rabinovich: ¡Mo mo!
Coro: Moraleja.

Marcos Mundstock:
Al ver a una esfinge
planteando un dilema
huidle al problema
cambiando de tema,
al ver a una esfinge.

Madres amantes,
tomad precauciones
por las efusiones
de hijos varones,
madres amantes.

Coro:
Por no repetir
la historia nefasta
de Edipo y Yocasta,
lo dicho, lo dicho ya basta,
Marcos Mundstock: por no repetir, repetir, repetir, re...

(Carlos Núñez le pide a Marcos que se calle, que él tiene que finalizar la obra con un toque de crótalos. Carlos se dispone a rematar el final pero no choca bien los crótalos. Termina la obra, los demás se retiran mientras Marcos y Carlos se quedan discutiendo. Marcos se burla de Carlos por haber fallado al final, y Carlos piensa cómo vengarse de su burla. Carlos le ofrece un pulso, sujetando la mesa cada uno por un lado y tirando. Cuando Marcos tiene bien agarrada la mesa, Carlos le dice por señas algo así como: "¿Ves esta mesa? Pues llévatela ahí detrás del telón". Marcos se retira derrotado cargando con la mesa.)


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